Respondiendo a una de las preguntas que hace en su texto nuestro compañero Enrique
Robles sobre el tema "¿Es la
aplicación del apelativo “populismo” una manera de desprestigiar una posible
posición ideológica, política, económica, práctica… antes de que pueda
configurar una toma de postura estable y socialmente eficiente?" ,
considero que:
Es bien conocido que
los seres humanos, todos, sin excepción, nos movemos por el interés de adquirir
el mayor placer con el menor sufrimiento. Si con el objetivo de alcanzar este
deseo encontramos intereses comunes, podremos ser gregarios pero, es evidente
que lo que estamos buscando es nuestro interés individual.
Aunque en nuestra
tertulia intentaremos desgranar el tema, pondremos una serie de ejemplos para hacerlo
más comprensible.
Sentiremos que una
tendencia o movimiento es populista en:
Los grupos de jóvenes,
ya sean hippies, ecologistas, antibelicistas, musicales, etc.; en grupos
deportivos; en agrupaciones políticas o manifestaciones del mismo género; en
grupos o espectáculos musicales; en exposiciones de arte; en publicaciones, ya
sean de prensa o revistas; en la educación; en la religión, etc. etc.
Como vemos, en todas
aquellas tendencias que o bien se acerquen o alejen de nuestros intereses son
las que consideraremos populistas. Siempre, claro está, siendo nosotros el
centro del universo.
Con estos pequeños
ejemplos intento sumarme a la idea de Enrique de "no aclarar el término" y sí sumarme a la valoración del mismo
Manolo Quero