Montaigne es el creador
de un género literario y filosófico, el “Ensayo”, obra en prosa donde se
presentan libremente las reflexiones del autor, sin intentar un sistema unitario, estructurado y
completo. Reflexiones y argumentaciones en las que se da la implicación
personal del autor (“Yo mismo soy la
materia de mi libro”), retratando con sinceridad desde su propia
experiencia la complejidad paradójica del espíritu humano… para concluir que no
hay verdades intocables, sino opiniones, todas relativas. Es su famoso y
sensato escepticismo.
Empecemos
con sus primeras líneas:
“AL LECTOR. Es este un libro de
buena fe, lector. De entrada te advierto que con él no me he propuesto otro fin
que el doméstico y privado. En él no he tenido en cuenta ni el servicio a ti,
ni mi gloria. No son capaces mis fuerzas de tales designios. Lo he dedicado al
particular solaz de parientes y amigos: a fin de que, una vez me hayan perdido
(lo que muy pronto les sucederá)[12 años más tarde], puedan hallar en él algunos rasgos de mi
condición y humor, y así alimenten, más completo y vivo, el conocimiento que
han tenido de mi persona. Si lo hubiera escrito para conseguir el favor del
mundo, habríame engalanado mejor y mostraríame en actitud estudiada. Quiero que
en él me van con mis maneras sencillas, naturales y ordinarias, sin disimulo ni
artificio: pues píntome a mí mismo. Aquí podrán leerse mis defectos crudamente
y mi forma de ser innata, en la medida en que el respeto público me lo ha
permitido. Que si yo hubiera estado en esas naciones de las que se dice viven
todavía en la dulce libertad de las primeras leyes de la naturaleza, te aseguro
que gustosamente me habría pintado por entero, y desnudo. Así, lector, yo mismo
soy la materia de mi libro: no hay razón para que ocupes tu ocio en tema tan
frívolo y vano. Adiós pues.
De Montaigne, a uno de marzo de mil
quinientos ochenta.”
TEXTOS
del propio D. Miguel:
“Yo tengo mi propio y exclusivo diccionario:
“paso el tiempo” cuando es malo y desagradable; cuando es bueno, no lo quiero
pasar, lo degusto, me fijo en él. Hay que pasar corriendo lo malo, y detenerse
en lo bueno”
“Nosotros nunca estamos cerca de
nosotros, sino siempre más allá de nosotros mismos. El temor, el deseo, la
esperanza nos lanzan hacia el futuro y nos quitan el sentimiento y la
consideración de lo que es, para interesarnos en lo que será, o sea, cuando
nosotros ya no seremos
“¿Qué se puede imaginar más
ridículo que esta criatura miserable y mezquina, que ni siquiera es dueña de sí
misma, expuesta a los ataques de todas las cosas, y que dice ser dueña y señora
del universo, pero que, sin embargo, no tiene siquiera la facultad de conocer
la mínima parte del mismo, y mucho menos de dominarla?
“Un antiguo al que se reprochaba haber hecho
profesión de filosofía, aun no prestando a ella mucha atención, contestó que
esto era filosofar”
“La ciencia empieza por los
sentidos y se resuelve en los sentidos. No seríamos más que una piedra, si no
supiéramos que existe el sonido, el olor, la luz, el sabor, la medida, el peso,
la blandura, la aspereza, el color, la brillantez, la anchura, la profundidad.
He aquí las raíces y los principios de todo el edificio de nuestra ciencia
El privilegio de los sentidos es el de
ser el límite extremo de nuestra experiencia; nada hay más allá de ellos que
pueda servirnos para descubrirlos y un sentido no puede descubrir otro sentido”
“No tenemos comunicaciones con el ser porque
la naturaleza humana está siempre entre el nacimiento y la muerte, y no obtiene
de sí misma más que una apariencia obscura y sombreada, una incierta y débil opinión. Y si acaso nuestro pensamiento
se obstina en asir su ser, será como
querer apretar el agua en el puño: cuanto más se cerrará y apretará lo que por
naturaleza se escurre de todas partes, tanto más perderá lo que quería sujetar
y retener”
“Celebro y acaricio la verdad, sea
cual fuere la mano en la cual la encuentro, y me entrego a ella con alegría, y
le tiendo mis armas vencidas en cuanto la veo acercarse. Y con tal de que no se
proceda con un semblante demasiado imperiosamente magistral, me complace que me
reprendan. Y me acomodo a los acusadores, a menudo más por cortesía que por
enmienda; me gusta gratificar y alentar la libertad de advertirme cediendo
fácilmente. (…) Sin embargo, es difícil incitar a los hombres de este tiempo a
hacerlo. No tienen el valor de corregir porque no tienen el valor de soportar
ser corregidos.”
“Habría que preguntar quién sabe
mejor y no quién sabe más. Nos esforzamos solo en llenar la memoria, y dejamos
el entendimiento y la conciencia vacíos. Los pájaros salen a veces a buscar el
grano y se lo llevan en el pico sin probarlo, para dar de comer a sus crías. De
la misma manera nuestros pedantes se dedican a rapiñar la ciencia en los
libros, y no la albergan sino en la punta de los labios, solo para verterla y
lanzarla al viento”
“No pinto el ser, pinto el
tránsito: no el tránsito de una edad a otra (…). Hay que acomodar mi historia
al momento. Acaso cambiaré dentro de poco no solo de fortuna sino también de
intención. Esto es un registro de acontecimientos diversos y mudables, y de
imaginaciones indecisas y, en algún caso, contrarias, bien porque yo mismo soy
distinto, bien porque abordo los objetos por otras circunstancias y
consideraciones”
“La lectura acompaña toda mi vida,
y me asiste por todas partes. Me consuela
en la vejez y en la soledad. Me descarga del peso de una molesta ociosidad; y
me libra, a cualquier hora, de las compañías que me fastidian. Sofoca las punzadas
del dolor, cuando no es del todo extremo y dominante. Para distraerme de una
imaginación importuna, no tengo más que recurrir a los libros; me desvían
fácilmente en su dirección, y me la arrebatan. Y, además, no se rebelan por ver
que no los busco sino a falta de los demás bienes, más reales, vivos y
naturales. Me reciben siempre con el mismo semblante”
“Dios es generoso con aquellos a
quienes sustrae la vida poco a poco. Este es el único beneficio de la vejez. La
última muerte será tanto menos completa y nociva: no matará sino a una mitad o
a un cuarto de hombre (…) Y una parte de mi ser, y muchas más, estarán ya
muertas; otras medio muertas, entre las más activas y las que ocupaban el
primer rango en mi época más vigorosa. Me disuelvo y escapo a mí mismo de este
modo.(…)¿Qué estupidez no será, a mi juicio, sentir el
salto de esta caída, ya tan avanzada,
como si fuese completa?
“(…) Viajar me parece un ejercicio
provechoso. El alma se ejercita continuamente observando cosas desconocidas y
nuevas. Y no conozco mejor escuela para formar la vida que presentarle sin
cesar la variedad de tantas vidas, fantasías y costumbres diferentes, y darle a
probar la tan perpetua variedad de nuestra naturaleza” Solo
me satisface la variedad, la posesión de
la diversidad, si es que me satisface alguna cosa. En los viajes, me alienta
hasta el hecho de poder parar sin perjuicio, y de tener donde distraerme
cómodamente de ellos”
Bibliografía:
OBRA ORIGINAL:
*”ENSAYOS COMPLETOS”, Michel de Montaigne, año 1580.-Ed. Cátedra, Madrid 2016
(8ª edición), 1056 páginas con un Apéndice con los Sonetos de Ètienne de la
Boètie, su amigo, muerto a los 33 años, que era 3 años mayor que Michel. (32 €
en la Casa del Libro). Imprescindible.
MONTAIGNE”, María Badiola, Ed. RBA, Colec. Aprender
a Pensar.
UN VERANO CON MONTAIGNE”, Antoine Compagnon, Ed.
Paidós, Barcelona 2014. à Recomendado por Badiola. Muy
interesante y gustoso de leer: 40 capítulos breves –dos páginas y media cada
uno- que recogen las intervenciones de
Compagnon en el verano de 2012 en un programa de radio donde mostró la
importancia histórica de Montaigne y su tremenda ACTUALIDAD. Éxito!: más de 100.000 ejemplares
vendidos.
ABAGGNANO, “Historia de la Filosofía”, Ed. Montaner
y Simón, volumen 2, pags. 30-34
Lledó y equipo, Ed. Santillana, Bachillerato: “Historia de la Filosofía”, pags. 174,
179-180
Ferrater Mora, Alianza
Editorial Diccionario de Filosofía, tomo 3, p. 2266