Colegas de
la Copa-Filo:
Como no pude
estar en la Copa-Filo de Septiembre, y
elegisteis este tema propuesto por mí hace algún tiempo, a ver si por escrito os digo la idea que yo
tenía y que no pude matizar…
No creo que
este asunto sea un “tema teórico”, sino un problema vivencial sobre el que
tener una sincera puesta en común de lo que vemos, hacemos o sufrimos en esta sociedad en la que
estamos. Creo que se trata de VER esa realidad compleja, JUZGARLA entre todos con comprensión de las diversas posturas, y
señalar pistas de ACTUACIÓN realista
a nuestro nivel personal, colectivo e institucional…
Hoy todo el
mundo invoca la “LIBERTAD DE EXPRESIÓN” como
si fueran un conjunto de “derechos intocables” y, a la vez, el derecho a no ser
molestados, impedidos, coartados, recortados, etc. por las libertades que
tienen o se toman los otros. ¿Cómo armonizar unas y otras posturas? ¿Hasta
dónde llega la “democracia”, tantas veces confundida con la “memocracia”?
¿Hasta dónde el recurso a la historia o al ejemplo de otros pueblos?
Veamos algunas situaciones donde este
enfrentamiento se produce:
* Manifestaciones
masivas “tradicionales”: Ferias y
Fiestas, Procesiones, etc.
* Manifestaciones en luchas obreras, con cortes de carreteras,
puentes, etc. por los que circulan ciudadanos no interesados…
* Huelgas en
servicios públicos: transporte, limpieza, agua, electricidad, etc.
* Manifestaciones
“civiles”, p.ej. :
*el caso Hong-Kong;
*las “chalecos
amarillos” en Francia;
*manifestaciones
independentistas o anti independentistas en Cataluña;
*protestas por
decisiones judiciales (p.ej. “presos políticos o políticos presos”;
condenas, desahucios…)
*presiones masivas ante
sedes de organismos;
*protestas juveniles
ante el calentamiento global;
* o también para usos
lúdicos, culturales...
ETC.ETC.
Cuando todo
se produce en proporciones soportables, invocamos nuestra paciencia, aguante,
respeto o incluso apoyo, pero cuando sus proporciones de alguna manera nos perjudican,
nos rebelamos.
Por tanto,
esto no puede ser un trabajo sobre legislación o ética en defensa de la
libertad de expresión de personas y grupos ni tampoco sobre las competencias,
utilizadas o no por las autoridades competentes para encauzar o prohibir
determinados usos del espacio público
Se trata de
reflexionar desde nuestro diálogo, siempre crítico, respetuoso y fundamentado,
sobre el USO Y/O ABUSO DE LOS ESPACIOS
PÚBLICOS (calles, plazas, puentes, zonas junto a viviendas, etc.etc.)
recordando lo que pasa al respecto a nuestro alrededor, lo veamos más o menos
llamativo, acostumbrado, chocante, etc. insistiendo en las prácticas que
expresan libertad legítima pero pueden perjudicar otros niveles ciudadanos…
- Y
¡atención especial a los HORARIOS DE RUIDOS, recogidos al parecer en las
Ordenanzas respectivas, pero desatendidos por todos!
¿POR DÓNDE
TIRAR? DAGIALOGUEMOS, PUES.
Y si lo vemos factible, hagamos llegar nuestras
conclusiones a los que puedan y deban hacer algo al respecto.
Gracias por
vuestra paciencia y comprensión.
Enrique
Robles