lunes, 12 de octubre de 2020

EL MIEDO. TERTULIA CANCELADA POR LA PANDEMIA DE COVID-19

  EL MIEDO: "Nuestro miedo" el 4 de noviembre de 2020, en Mairena del Aljarafe.

    Si un rasgo singular tiene “nuestro miedo” (en la Comunidad de Mairena del Aljarafe; sinécdoque o metonimia: la parte por el todo) es la aparición de la conciencia de VULNERABILIDAD DEL INDIVIDUO.

Adormecida y apagada en esta generación por los avances tecnológicos y de investigación en los campos de la salud: conocimientos, prevención y tratamientos; conquistas en la protección y defensa ante los cataclismos y amenazas naturales; ausencia de guerras y de conflictos bélicos que nos atañan directamente...

Vivimos en una sociedad de progresión en el confort y en la esperanza de vida, que nos lleva a la sociedad occidental a una sensación de omnipotencia y de confianza de salir indemne ante todo daño venidero.

 

  Una amenaza letal y que subvierte la cotidianidad y que permanece en el tiempo (“el virus ha llegado para quedarse”) genera un desasosiego incisivo y permanente que requerirá tiempo y armas comportamentales, sociales y estructurales para que la comunidad se adapte a una convivencia normalizada.

Una amenaza inasible e invisible que acrecienta la angustia por la no concreción del “enemigo”. Solo materializada en las consecuencias de sus efectos: la enfermedad, el deterioro o la muerte. Invisibilidad que potencia la discriminación existente de su efecto letal entre los individuos: adultos/ancianos y los adolescentes/jóvenes. Ante lo inmaterial del enemigo el individuo joven tiende a negar su efecto por el narcisismo omnipotente, convirtiéndose en portador y correa de propagación de los contagios.

 

La causa:

  Causas del miedo por tanto no son otras que la reacción defensiva del individuo ante una amenaza real y/o  permanente, de sufrir daño potencial, propio o de tus allegados. La racionalidad, la memoria, la inteligencia… las convicciones, la cultura, el pensamiento mágico (fe, creencias, religión)… las conductas instintivas, las peculiaridades fisiológicas de respuesta, los comportamientos aprendidos, las experiencias biográficas… son  factores que interactúan para adoptar comportamientos de prevención, de huida, o defensa, tanto en humanos en como en animales, salvando las distancias por la capacidad de análisis racional (a veces sorprendente en estos últimos por la adaptación a situaciones novedosas) .


Medidas para afrontar el miedo:

 

-Los adultos. Constituyen una legión de cumplimentadores de normas. Además integran la población más vulnerable por las características de la enfermedad.

-Los jóvenes. Al ser un enemigo invisible no introyectan la angustia. Tiene que suceder acontecimientos traumáticos en su entorno para que tomen conciencia. Para lo bueno y para lo malo, la juventud es omnipotente y sin miedo. Por eso los ejércitos se conforman con jóvenes para la lucha. Este es el motivo de su conducta en esta pandemia.

-Las estrategias claras y definidas, aunque sean erróneas o ineficaces, pero únicas, contribuyen a la tranquilidad y al sosiego de la Comunidad.

-La información permanente en “tiempo real”. No utilizar técnicas paternalistas de comunicación, o con fines espurios de ganancias varias. Permite utilizar los recursos personales de control y de fortaleza del propio Yo ante el nivel de amenaza de un  enemigo "real". La confusión, la distorsión de la información, la mentira, extiende más el ámbito de la sensación de la angustia hacia lo desconocido, creando un enemigo imaginario más amenazante y peligroso . La reacción que se consigue es la opuesta a la que se pretende alcanzar: controlar el miedo y no  favorecer conductas de rebeldía y de agresividad de masas.

-Combatir las atribuciones inquisitoriales de colectivos o individuos. Interviniendo con autoridad el responsable de la gobernanza, con prestigio y ascendencia (autoritas) en el imaginario colectivo. Conductas que han tenido lugar en ciudades, pueblos, y en  bloques de pisos… esta vez no se ha arremetido contra los judíos pero sí contra los inmigrantes.

-Neutralizando las energías de descarga irracional y encauzándolas en actividades de colaboración y de responsabilización en el entorno inmediato de su medio social y laboral.

-La concertación del juego de los partidos políticos en un objetivo único y prioritario para dejar fuera las propuestas políticas de los extremismos que canalizan la angustia colectiva.

-Corresponsabilización de toda la Comunidad en las normas dictadas.

-Concienciación del individuo como Ser en la transitoriedad de la vida, la evidencia de nuestra fragilidad y lo inexorable de la muerte sin paraísos.

La religiones, las ideologías, los fanatismos, en nada contribuyen a la postura defensiva de la colectividad ante una pandemia. Solo consiguen un alivio individualizado y transitorio perjudicial y opuesto al objetivo científico con los conocimientos actuales para la erradicación del agente agresor.

Todas las normas, consejos y conductas serán las avalados y recomendadas por la máxima aquiescencia de los expertos.

 


10 de Octubre de 2020                                             

 

 Zoilo Fernández 

Psiquiatra y Psicoanalista


sábado, 26 de septiembre de 2020

CORRECCIÓN POLÍTICA, ¿NUEVA FORMA DE CENSURA?

 El documento que os remitimos necesita de una justificación, que nos viene dada por el hecho inquietante de que la denominada “corrección política”, término empleado para evitar el lenguaje o el comportamiento que puede verse como excluyente, marginador o insultante de grupos considerados desfavorecidos o discriminados, -especialmente grupos definidos por género o etnia-, ha llegado a alcanzar tales proporciones que hoy día lleva camino de convertirse, en opinión de muchos, en una nueva forma de censura que amenaza la libre expresión. Ello nos inquieta, claro, y por eso hemos considerado que el grupo debía ocuparse del tema con el ánimo de que todos sus integrantes pudieran pronunciarse sobre el alcance del fenómeno. Dicho texto nos ha llegado a través de la revista digital “Nueva revista de política, cultura y arte” en un número monográfico dedicado a “El poder y la palabra”. Y dentro de él, a la entrevista realizada a Darío Villanueva, catedrático de Literatura y Literatura Comparada y Director de la Real Academia entre 2014 y 2019. Creemos que los temas tratados y la brillantez de su exposición justifican sobradamente  que nos ocupemos del asunto. 

Acceso a "Nueva Revista"

Pepe Raya

jueves, 12 de marzo de 2020

La ética de la crueldad


Convivimos con la crueldad.
Toda la historia de la humanidad desde los inicios, es una historia de la crueldad y para sublimar esa terrible realidad prácticamente todas las culturas han inventado rituales que reproducen o representan actos crueles. Convivimos con la crueldad para librarnos de ella.
Y en el arte y la literatura existe una tradición de la crueldad que, según el autor del ensayo (José Ovejero, La ética de la crueldad), se manifiesta especialmente en España.
Pensemos en el arte religioso o en espectáculos como los toros, etc.
Por supuesto, existen dos niveles de crueldad: La crueldad aplicada a un ser vivo y la representación de esa crueldad (el acto en sí y su comentario) aunque hay ocasiones en las que confluyen (la corrida, algunas performances en las que se inflige un daño real al artista). Pero a veces la mera representación cruel exige sufrimiento: el del público. Ese sufrimiento no es un efecto indeseado del arte sino su objetivo.
 La crueldad contenida en una obra de arte, sea libro, performance o teatro, que ataca a su receptor, puede responder a provocar una reacción en él, romper su pasividad, hacerle reflexionar. Es una crueldad que pretende provocar un cambio. Pero hay formas de crueldad artística que no pretenden impulsar un cambio, sino todo lo contrario, que son una herramienta del status quo o, en todo caso, buscan un cambio previamente consensuado desde el poder.
Es lo que llamaríamos crueldad conformista, que suele llevar implícito un mensaje moralizante. Es cierto que la crueldad y la violencia también pueden ser conformistas.
Un uso conformista de la crueldad consiste en la absorción de los impulsos destructivos de un grupo para transformarlos en sublimación socialmente inoperante. La literatura y el cine están plagados de ejemplos (asesinos en serie, policías sádicos, psicópatas, violadores) son productos que sólo buscan entretenimiento, que es la meta de la mayor parte de la producción cultural actual.
Estar entretenido significa no sentir demasiado, ni para bien ni para mal. Son productos que buscan el consumo masivo y que utilizan un lenguaje que no es un signo “democrático” sino que está al servicio de la ideología impuesta por el mercado, poco interesada en transformaciones no tuteladas.
 La literatura (y el arte) se vuelve un juego seductor, cosa a la que habría poco que objetar – si no fuese porque deja de ser todo lo demás que puede ser -
En este marco de cultura liviana, incluso la violencia y la crueldad en la literatura, la mayoría de las veces están ahí para producirnos el cosquilleo que nuestras vidas ya no nos producen. Gracias a ellas, nos asomamos al horror pero con la seguridad de que no nos perseguirá al cerrar el libro. Refugiados en el sueño de la razón, abrimos la puerta a monstruos que no pueden hacernos daño, evitando a un tiempo la confrontación con aquellos que exigen nuestra reflexión, sustituyendo el horror real por la pesadilla, nos despojamos  de cualquier posibilidad de acción y aceptamos nuestra condición de espectadores.
La violencia y la crueldad tienen más fácil aceptación cuando son gratuitas, cuando su significado se agota en la mera narración, que cuando abogan por una moral distinta de la dominante; es decir, son aceptables cuando no empujan a una acción que hagan salir al sujeto de sí mismo, abandonando la contemplación.

La verdad conformista, no siempre desligada de la crueldad espectacular, es la que se utiliza como instrumento de sostén a la ideología dominante. Todos tenemos noticias de ella: La Inquisición española, la tortura de prisioneros en Irak, la violación de mujeres en la dictadura de Videla…
Todos los países conocen formas de crueldad usadas para preservar un determinado sistema de concepción de la sociedad que es considerada superior a otras. También la democracia admite un grado de crueldad que se considera aceptable porque contribuye a cohesionar la sociedad alrededor de ciertos valores, de ciertas creencias de orden político o religioso y que además aumentan la sensación de seguridad de dicha sociedad y que no se suelen justificar en términos políticos del poder ni en términos económicos de protección de la propiedad, sino en términos morales de erradicación del mal y de salvaguardar los valores. Y para dar cobertura ideológica al poder siempre ha estado la literatura y el arte propiciando obras de un gran valor -servidumbre y excelencia no son términos contradictorios – (arte religioso, la épica, etc). La narración épica siempre ha siso una herramienta de poder. Uno de los libros favoritos de Alejandro Magno era la Ilíada. Aldous Huxley escribió que las naciones eran, en gran medida, una creación de los poetas, refiriéndose a los nacionalismos del siglo XX.
Escribir para desvelar la violencia de ETA será premiado por las instituciones españolas mientras que novelar las nostalgias, los mitos y las aspiraciones del nacionalismo será apoyado por las instituciones vascas.
La épica crea un marco heroico para legitimar la violencia e incluso la crueldad, es la literatura que contrapone “nuestra crueldad” a aquella de quienes vienen de fuera, de los bárbaros, de los otros.
Y cuando la ideología que se propaga es de izquierdas o vagamente humanista, el libro funciona por un lado como producto: el lector se sitúa al lado de los buenos sin para ello tener que realizar acción alguna, por el otro, nos permite afirmar nuestros valores y nos exime de aplicarlos


Concha G. Arévalo

martes, 25 de febrero de 2020

INCAPACIDAD LABORAL


Todas las personas son iguales en dignidad
El respeto a la dignidad de las personas con discapacidad desde la perspectiva de los derechos humanos, implica reconocer un espacio en el que puedan asumir el poder sobre sus propias vidas y participar de forma plena en la vida política, económica, social y cultural de su comunidad, siempre desde la equiparación de oportunidades, que significa el proceso mediante el cual el sistema general de la sociedad es inclusivo para todos mediante la eliminación de barreras (mentales, sociales, físicas, cognitivas y de la comunicación, etc.) bajo los principios de accesibilidad universal, diseño para todos y ajustes razonables, entre otros.
Introducción al decálogo  del CERMI

 Decálogo del CERMI

Para nuestra próxima tertulia sobre INCAPACIDAD LABORAL,  gracias a nuestro compañero José María Pastor (Chema), estaremos acompañados en la presentación por D. Julio Santos Palacios, mediador en el Servicio de Mediación y Arbitraje Estatal,(SIMA).


Manolo Quero

lunes, 20 de enero de 2020

MIGRACIÓN


Sobre este problema, la organización Andalucía Acoge, en su MANIFIESTO, nos hace una serie de propuestas para poder encauzar y resolver los problemas que la migración padece. Dicho manifiesto podéis leerlo pinchando aquíaunque nosotros tendremos la suerte de tener como invitado a D. José Miguel Morales que es miembro -Secretaría General- de la Junta Directiva de la Federación de Andalucía Acoge, gracias a la colaboración de nuestra compañera Isabel Cano.
Isabel, en su propuesta de tertulia, nos plantea las siguientes dudas:
1.-  Qué sucede con esta problemática en nuestro país en la actualidad, en todo caso, rozando o relacionándola con el contexto europeo, cuando convenga. En concreto los contenidos pueden ser los siguientes:
a) Qué hay de la normativa española relacionada con la migración. Qué contradicciones se producen con otro tipo de normativas españolas.
b) Cuál es la realidad vivida por lo migrantes: lugares y situaciones de entrada, movimiento de migrantes, políticas seguidas por las autoridades, políticas de inclusión...
c) Qué contradicciones se producen entre lo normativo y las situaciones reales.
d) Qué cambios serían necesarios tanto en la normativa como en la realidad.

Ni que decir tiene que la "deriva" en el debate puede enriquecerlo incluyendo otro tipo de temáticas

Isabel Cano