lunes, 14 de noviembre de 2011

La Poesía hecha raíces en el Ateneo


“ESTA BOCA ES MÍA”
Actuaciones el Grupo de Poesía
En el corto intervalo de tiempo de dos semanas, quince días, el tiempo comprendido entre el 21 de octubre y el 4 de noviembre, el Grupo de Poesía del Ateneo, ha puesto en marcha dos montajes escénicos-poéticos, consiguiendo en ambos casos que un nutrido grupo de personas se unan en torno al calor de la palabra y los versos.
No vamos a cuestionar el hecho de que para otros eventos, ese “nutrido” grupo de personas sea más numeroso, más compacto o más fiel. Pero desde luego, en estos tiempos que corren, tan malos para la lírica como para los líricos, ver en ambas fechas el salón recogido y compacto, silencioso y unido en el respeto a la palabra, nos supone a los que realizamos la labor el estímulo suficiente y el aliento necesario para seguir insistiendo en ello.
“La poesía es necesaria como el pan de cada día”, escribía el homenajeado Gabriel Celaya en uno de sus poemas más celebrados y puesto en voz y en las notas de un excelente Cantautor, divulgador de sus textos, como fue y sigue siendo Paco Ibáñez. La poesía no solo es necesaria, diríamos nosotros, sino esencial, oportuna y oportunista. La poesía es el vínculo, la cuna, el orden de los pueblos, la relación que nos une a las leyes y a la sabiduría de los clásicos, de los precursores de la vida y de las sociedades.
En el recital homenaje a Gabriel Celaya en el centenario de su nacimiento, pusimos en clave de escenario su vida y su obra, sus vicisitudes cotidianas, la dificultad de la época y de su propia situación personal, poeta que lo es por encima de todo, y por lo que deja atrás la prometedora y fácil vida burguesa de un ingeniero con fábrica y familia propias montados en el próspero negocio familiar del que se siente heredero, pero no vínculo.
En un plano más informativo de lo que fue el homenaje a Gabriel Celaya, debemos decir que fue muy bien acogido y los participantes recibimos el calor del público. El montaje musical compenetrado al filo de la palabra, conectado a las imágenes proyectadas, siguiendo el orden establecido en una sincronía perfecta que lo aunaba todo.
Sinceramente creemos que el proyecto estuvo conseguido. Al finalizar el acto, el Ateneo sirvió una copa de un exquisito vino Txacolí, y se degustaron algunas de las exquisitas combinaciones para paladares exigentes preparadas por Pablo en su cocina de autor.
Por otra parte, el pasado día cuatro, tuvimos la presentación el poemario “Versos Clandestinos”, opera prima de Lola Almeyda, coordinadora del grupo de poesía desde que lo dejara su antecesor, José Luis Molano.
También en dicho acto la interrelación con el público resultó un interesante atractivo, la poesía se tuvo cerca, se paladeó como pocas veces puede hacerse, ya que la lectura, interpretada por los miembros del grupo de poesía, nos acercaba a las voces intimistas de la autora, y la música, interpretada por Quino, hijo de Lola, consiguió que todo quedara en familia, en una coordinada acción que comenzó con la palabra emocionada y sincera de Pepe Colsa, que presentó el acto y nos situó a cada uno en nuestro sitio.
Agradecer también la presencia de Trini Reina, componente del grupo de Poesía “Alborada”, de Tomares, y de Isabel Martín Salinas, que nos acompañaron leyendo los “Versos clandestinos” de Lola Almeyda. A Juan, que intervino emocionado, a medio camino entre la barra y la escena, leyendo en mitad de un bombardeo sentimientos de otros. A Luis, que tan amablemente y aunque tenía que marcharse, se quedó para llevar el hilo conductor que nos fue guiando por la palabra llana de los versos. Y a todos los del grupo de Poesía, a Charo, María José, María Luisa, que siempre, siempre, siempre, están dispuestos para estar ahí, para decir que en lo que se refiera a poemas, “ESTA BOCA ES MÍA” y no de otros.

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