Y A TODO ESTO…¿SE DEBE ALGO?
*Introducción.- Hay quien dice que la
vida que cada uno desarrolla es pagar
a otros la deuda que se contrajo al
ser traído a este mundo gratuitamente, es decir, sin haber previamente
depositado un fondo… (¿visión mercantilista de lo menos mercantil del mundo?)
*Cap. 1.- Recibimos, porque sí, una
genética bastante azarosa a modo de herencia potenciadora y, a la vez,
condicionante. Una herencia genética en cuyos antecesores puede encontrarse de
todo, lo bueno, lo malo, lo indiferente (¿?) siempre que haya resistido al paso
del tiempo y con permiso del P. Mendel. Entonces ¿somos fruto de un AZAR
incomprensible o quizá de una “providencia” más misteriosa? De hecho hemos
recibido la Vida, aquí estamos.
*Cap. 2.- Nos colocan, porque sí, en un
determinado ámbito de convivencia –normalmente una familia, concreción de la
casi infinita diversidad de las familias- , un entorno de atenciones y de
abandonos, de consumo y de estrecheces, de bienestar y de malestar, todo ello con
unos niveles mínimos (porque si no es suficiente, se produce un deslizamiento
más o menos rápido hacia la muerte, y se acabó la recepción).
*Cap.3.- Desde muy pronto, todo a nuestro alrededor nos educa, nos ahorma, nos doma,
nos orienta en un sentido más o menos acertado; nos hace hablantes de una o
varias lenguas, dialectos, modismos, acentos que nos delatan, ciudadanos de un entidad política más o menos
estabilizada, más o menos mayoritaria, más o menos en paz con los “otros”;
beneficiarios o marginales de una sanidad, de un hogar, de unas costumbres, de
una cultura…
*Cap.4- Todo ello, además de recibido y
más o menos asumido o asimilado, es presionante y hasta determinante: permite
unas opciones y prohíbe otras, premia unas sumisiones y castiga unas desobediencias,
promete unos horizontes e intenta bloquear otros.
Y todo lo anterior mucho más como recibido que como elegido por uno, pero no queda todo, siendo mucho, ahí, sino
que…¡ta-ta-ta-chán!
*Cap.5.- Un día, y a
partir de él, casi toda la vida, pasamos de meros receptores a participantes
activos de este inmenso “toma y daca”, hasta el punto de que vivir se confunde con actuar en la línea que cada uno
considera suya, libre y responsable (en la medida en que
lo dejan).
Y entramos de lleno en “La lucha de la vida” o en
el conflicto o guerra por sobrevivir, por seguir viviendo, por vivir a costa de
los demás, etc.etc.
- - - - - - - - y esto sigue y sigue y sigue - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
- - - -
Y se llega a UNA EDAD MADURA, por ejemplo,
habiendo construido algo con todo aquello recibido: un proyecto de amor hogareño,
unos hijos, una profesión, unos trabajos, unos compromisos sociales… más o
menos satisfactorios. Entonces, una ocurrencia: ¿no es hora de preguntarse:
A estas alturas ¿SE DEBE ALGO?
Entonces, ¿cómo pagar? Viviendo,
al servicio de la Vida. Aunque la mayoría de las veces, en vez de DAR, nos
obsesionamos con vivir a costa de
los demás… y para ello ENGAÑAMOS, DISIMULAMOS, MANIPULAMOS, CONTEMPORIZAMOS y
un larguísimo etcétera.
Enrique Robles
No hay comentarios:
Publicar un comentario