jueves, 1 de noviembre de 2018

MONTAIGNE y la Filosofía del Renacimiento


Montaigne es el creador de un género literario y filosófico, el “Ensayo”, obra en prosa donde se presentan libremente las reflexiones del autor, sin  intentar un sistema unitario, estructurado y completo. Reflexiones y argumentaciones en las que se da la implicación personal del autor (“Yo mismo soy la materia de mi libro”), retratando con sinceridad desde su propia experiencia la complejidad paradójica del espíritu humano… para concluir que no hay verdades intocables, sino opiniones, todas relativas. Es su famoso y sensato escepticismo.

Empecemos con sus primeras líneas:

“AL LECTOR. Es este un libro de buena fe, lector. De entrada te advierto que con él no me he propuesto otro fin que el doméstico y privado. En él no he tenido en cuenta ni el servicio a ti, ni mi gloria. No son capaces mis fuerzas de tales designios. Lo he dedicado al particular solaz de parientes y amigos: a fin de que, una vez me hayan perdido (lo que muy pronto les sucederá)[12 años más tarde], puedan hallar en él algunos rasgos de mi condición y humor, y así alimenten, más completo y vivo, el conocimiento que han tenido de mi persona. Si lo hubiera escrito para conseguir el favor del mundo, habríame engalanado mejor y mostraríame en actitud estudiada. Quiero que en él me van con mis maneras sencillas, naturales y ordinarias, sin disimulo ni artificio: pues píntome a mí mismo. Aquí podrán leerse mis defectos crudamente y mi forma de ser innata, en la medida en que el respeto público me lo ha permitido. Que si yo hubiera estado en esas naciones de las que se dice viven todavía en la dulce libertad de las primeras leyes de la naturaleza, te aseguro que gustosamente me habría pintado por entero, y desnudo. Así, lector, yo mismo soy la materia de mi libro: no hay razón para que ocupes tu ocio en tema tan frívolo y vano. Adiós pues.
De Montaigne, a uno de marzo de mil quinientos ochenta.”

TEXTOS del propio D. Miguel:

Yo tengo mi propio y exclusivo diccionario: “paso el tiempo” cuando es malo y desagradable; cuando es bueno, no lo quiero pasar, lo degusto, me fijo en él. Hay que pasar corriendo lo malo, y detenerse en lo bueno”

“Nosotros nunca estamos cerca de nosotros, sino siempre más allá de nosotros mismos. El temor, el deseo, la esperanza nos lanzan hacia el futuro y nos quitan el sentimiento y la consideración de lo que es, para interesarnos en lo que será, o sea, cuando nosotros ya no seremos

“¿Qué se puede imaginar más ridículo que esta criatura miserable y mezquina, que ni siquiera es dueña de sí misma, expuesta a los ataques de todas las cosas, y que dice ser dueña y señora del universo, pero que, sin embargo, no tiene siquiera la facultad de conocer la mínima parte del mismo, y mucho menos de dominarla?

Un antiguo al que se reprochaba haber hecho profesión de filosofía, aun no prestando a ella mucha atención, contestó que esto era filosofar”

“La ciencia empieza por los sentidos y se resuelve en los sentidos. No seríamos más que una piedra, si no supiéramos que existe el sonido, el olor, la luz, el sabor, la medida, el peso, la blandura, la aspereza, el color, la brillantez, la anchura, la profundidad. He aquí las raíces y los principios de todo el edificio de nuestra ciencia El privilegio de los sentidos es el de ser el límite extremo de nuestra experiencia; nada hay más allá de ellos que pueda servirnos para descubrirlos y un sentido no puede descubrir otro sentido”

No tenemos comunicaciones con el ser porque la naturaleza humana está siempre entre el nacimiento y la muerte, y no obtiene de sí misma más que una apariencia obscura y sombreada, una incierta y débil opinión. Y si acaso nuestro pensamiento se obstina en asir su ser, será como querer apretar el agua en el puño: cuanto más se cerrará y apretará lo que por naturaleza se escurre de todas partes, tanto más perderá lo que quería sujetar y retener”

“Celebro y acaricio la verdad, sea cual fuere la mano en la cual la encuentro, y me entrego a ella con alegría, y le tiendo mis armas vencidas en cuanto la veo acercarse. Y con tal de que no se proceda con un semblante demasiado imperiosamente magistral, me complace que me reprendan. Y me acomodo a los acusadores, a menudo más por cortesía que por enmienda; me gusta gratificar y alentar la libertad de advertirme cediendo fácilmente. (…) Sin embargo, es difícil incitar a los hombres de este tiempo a hacerlo. No tienen el valor de corregir porque no tienen el valor de soportar ser corregidos.”

“Habría que preguntar quién sabe mejor y no quién sabe más. Nos esforzamos solo en llenar la memoria, y dejamos el entendimiento y la conciencia vacíos. Los pájaros salen a veces a buscar el grano y se lo llevan en el pico sin probarlo, para dar de comer a sus crías. De la misma manera nuestros pedantes se dedican a rapiñar la ciencia en los libros, y no la albergan sino en la punta de los labios, solo para verterla y lanzarla al viento”

“No pinto el ser, pinto el tránsito: no el tránsito de una edad a otra (…). Hay que acomodar mi historia al momento. Acaso cambiaré dentro de poco no solo de fortuna sino también de intención. Esto es un registro de acontecimientos diversos y mudables, y de imaginaciones indecisas y, en algún caso, contrarias, bien porque yo mismo soy distinto, bien porque abordo los objetos por otras circunstancias y consideraciones”

“La lectura acompaña toda mi vida, y me asiste por todas partes. Me consuela en la vejez y en la soledad. Me descarga del peso de una molesta ociosidad; y me libra, a cualquier hora, de las compañías que me fastidian. Sofoca las punzadas del dolor, cuando no es del todo extremo y dominante. Para distraerme de una imaginación importuna, no tengo más que recurrir a los libros; me desvían fácilmente en su dirección, y me la arrebatan. Y, además, no se rebelan por ver que no los busco sino a falta de los demás bienes, más reales, vivos y naturales. Me reciben siempre con el mismo semblante”

“Dios es generoso con aquellos a quienes sustrae la vida poco a poco. Este es el único beneficio de la vejez. La última muerte será tanto menos completa y nociva: no matará sino a una mitad o a un cuarto de hombre (…) Y una parte de mi ser, y muchas más, estarán ya muertas; otras medio muertas, entre las más activas y las que ocupaban el primer rango en mi época más vigorosa. Me disuelvo y escapo a mí mismo de este modo.(…)¿Qué estupidez no será, a mi juicio, sentir el salto de esta caída, ya tan avanzada, como si fuese completa?

“(…) Viajar me parece un ejercicio provechoso. El alma se ejercita continuamente observando cosas desconocidas y nuevas. Y no conozco mejor escuela para formar la vida que presentarle sin cesar la variedad de tantas vidas, fantasías y costumbres diferentes, y darle a probar la tan perpetua variedad de nuestra naturaleza” Solo me satisface la variedad, la posesión de la diversidad, si es que me satisface alguna cosa. En los viajes, me alienta hasta el hecho de poder parar sin perjuicio, y de tener donde distraerme cómodamente de ellos”

Bibliografía:
OBRA ORIGINAL: *”ENSAYOS COMPLETOS”, Michel de Montaigne, año 1580.-Ed. Cátedra, Madrid 2016 (8ª edición), 1056 páginas con un Apéndice con los Sonetos de Ètienne de la Boètie, su amigo, muerto a los 33 años, que era 3 años mayor que Michel. (32 € en la Casa del Libro). Imprescindible.

MONTAIGNE”, María Badiola, Ed. RBA, Colec. Aprender a Pensar.

UN VERANO CON MONTAIGNE”, Antoine Compagnon, Ed. Paidós, Barcelona 2014. à Recomendado por Badiola. Muy interesante y gustoso de leer: 40 capítulos breves –dos páginas y media cada uno-  que recogen las intervenciones de Compagnon en el verano de 2012 en un programa de radio donde mostró la importancia histórica de Montaigne y su tremenda  ACTUALIDAD. Éxito!: más de 100.000 ejemplares vendidos. 

ABAGGNANO, “Historia de la Filosofía”, Ed. Montaner y Simón, volumen 2,  pags. 30-34

Lledó y equipo, Ed. Santillana, Bachillerato:  “Historia de la Filosofía”, pags. 174, 179-180

Ferrater Mora, Alianza Editorial Diccionario de Filosofía, tomo 3, p. 2266





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