sábado, 17 de septiembre de 2011

EL DETERIORO PERSONAL

COPA-FILO: EL DETERIORO PERSONAL

ACERCÁNDONOS AL PASADO, PRESENTE Y FUTURO DETERIORO PERSONAL (COPA-FILO)

¿CÓMO ENCAJAR ESA SITUACIÓN ANTE LA QUE ANTES O DESPUÉS NOS HEMOS ENCONTRADO O NOS VAMOS INEVITABLEMENTE A ENCONTRAR…?

No se trata creo de limitarnos al SABER ENVEJECER, sino incorporar también las situaciones vividas o por vivir de *la enfermedad grave, *el accidente con secuelas, y desde luego *el progresivo envejecimiento

Nuestros maestros filósofos se columpian entre el animoso epucureísmo (“No pasa nada, nada nos puede agobiar, y si pasa como si no pasara”) y el realista estoicismo (“A base de aguante y de conciencia de nuestras limitaciones, todo va mejor”).

PREGUNTAS, MÁS QUE RESPUESTAS, esperando nuestra reflexión y nuestro diálogo del día 5 de Octubre:

+¿Hemos tenido ya alguna experiencia relevante de DETERIORO? ¿Nos vale para la próxima? ¿Cómo hemos vivido la de personas muy cercanas y queridas?

+ ¿Se puede aprender en “cabeza ajena”?

+ ¿Qué significa “ENCAJAR”? : +contar con dicha situación?
+saber evadirla mentalmente?
+poner a punto los medios para suavizarla en lo posible?
+etc.etc.

+Este planteamiento ¿acaso no falsea la realidad? ¿Es simplemente “un paño caliente”?

VISTAZO a algunos textos:

*Artículo de Luis Rojas-Marcos: “La ley y la edad” (El País 30/10/2002)
*Librito de Jesús Sánchez Caro y Francisco Ramos: “La vejez y sus mitos”, Salvat 1982 y bibliografía
*José María Díez-Alegría: “Fiarse de Dios y reírse de uno mismo”
*Los viejos activos: Hessel, Saramago, Sampedro… o enfermos o accidentados como Stephen Hawking, y otros ejemplos que conocemos.

“Al hacerse viejo (al sufrir un deterioro severo) necesitará usted cuatro cosas: dignidad, dinero, unos buenos servicios médicos y un trabajo útil. Son exactamente las mismas cosas que ha necesitado durante toda su vida. Si la situación sigue como hasta ahora, puede que no las consiga, pero no existe ningún mandato divino –ni fatum mágico- que le vede el hacerlo. En consecuencia, o pone usted desde este momento las bases para garantizárselas en el futuro o trabaja para forzar a la sociedad a modificar su actitud; o mejor aún, hace ambas cosas al mismo tiempo” (A. Comfort: “Una buena edad: la tercera edad”, Ed. Debate, 1977).

Rojas-Marcos, Luis (psiquiatra y ex presidente del Sistema de Sanidad y Hospitales Públicos de Nueva York) defiende que la sociedad no puede permitirse el lujo de prescindir de las aportaciones de las personas mayores o muy mayores. Desde su experiencia dice que ha aprendido dos cosas:
*“Para disfrutar de una vida completa con significado, y evitar que la edad –o cualquier otra causa del deterioro, podríamos añadir- nos convierta en una caricatura de nuestro pasado, debemos mantener constantemente activas las habilidades del cuerpo y las facultades del alma” Y cita a Simone de Beauvoir, supongo que se su libro “La vejez” (Ed. Sudamericana, 1970) “…dedicarnos a personas, grupos, proyectos o causas; sumergirnos en el trabajo social, político, intelectual o artístico; desear pasiones intensas que nos impidan cerrarnos en nosotros mismos”.
*”Resulta muy difícil aplicarla primera lección sin antes vencer el desconocimiento, los prejuicios y los estereotipos adversos que sobre la edad –y las otras causas del deterioro, añadimos- existen tanto en la sociedad como dentro de nosotros mismos”
Y concluye: “Nuestro desafío es aceptar, con firmeza y convicción plenas, la dignidad de todas las etapas de la vida humana. En especial, aquellas etapas que todavía están marcadas por el estigma deshumanizante de la edad” o de las otras causas del deterioro.

(Pregunta: ¿Es adecuado añadir a “la edad” las otras fuentes de un determinado deterioro para que estas reflexiones sean correctas?)

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