La velada del pasado viernes fue de las completitas en el Ateneo. Primero pudimos asistir al encuentro con Antonio Manuel, que nos dio una apasionada charla sobre el trauma que se produjo en la penísula tras las sucesivas expulsiones de gitanos, judíos y moriscos...en 1492, para hacer una sola y única nación. Pero esa huella perdura hasta nuestros días y él quiso hacernos recuperar esa memoria colectiva que habita de manera inconsciente y oculta en nuestros sentimientos...
Construimos un lugar que sea: espacio de intercambio y de contraste. Sitio de encuentro. Casa de las artes. Edificio del conocimiento. Cocina de experiencias. Claustro de reflexión. Laboratorio de ideas. Taller de creación. Imprenta de las letras. Plaza de expresión. Jardín de heterodoxia. Puerta de vanguardias. Un lugar para todos y de nadie.
domingo, 27 de enero de 2013
La huella morisca
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