lunes, 5 de marzo de 2012

A proposito del Lenguaje,tema que surgió en la ultima Asamblea. La RAE cree que con el lenguaje no sexista "no se podria hablar"

El pleno de la Real Academia Española (RAE) ha aprobado un informe del académico Ignacio Bosque en el que se critican las directrices contenidas en nueve guías sobre lenguaje no sexista elaboradas por comunidades autónomas, sindicatos y universidades. Si se aplicara estrictamente cuanto defienden, explica el texto, "no se podría hablar".
A los responsables de estas guías les molesta de forma especial el uso genérico del masculino para designar a los dos sexos. Algo que para la RAE "está firmemente asentado en el sistema gramatical español" y de otras muchas lenguas.
Concretamente, el informe Sexismo lingüístico y visibilidad de la mujer, respaldado por todos los académicos asistentes al pleno del pasado jueves, analiza las guías de la Junta de Andalucía y de la Generalitat Valenciana, de las universidades de Málaga (junto con el ayuntamiento de esta ciudad), Granada, Politécnica de Madrid, UNED y Murcia, y de Comisiones Obreras -en colaboración con el Ministerio de Igualdad- y UGT. En ellos se recomienda, por ejemplo, decir "la ciudadanía", en lugar de "todos los ciudadanos", y sustituir "los becarios" por "las personas becarias", o "las personas sin trabajo" por "los parados".
"La mayor parte han sido escritas sin la participación de los lingüistas"
Estas guías extraen "una conclusión incorrecta de varias premisas verdaderas", afirma Bosque, que reconoce que es cierto que "existe la discriminación hacia la mujer en nuestra sociedad", como también lo es la necesidad de "extender la igualdad social de hombres y mujeres, y lograr que la presencia de la mujer en la sociedad sea más visible".
Pero en esos textos se suele llegar a "una conclusión injustificada que muchos hispanohablantes consideramos insostenible": "suponer que el léxico, la morfología y la sintaxis de nuestra lengua han de hacer explícita sistemáticamente la relación entre género y sexo, de forma que serán automáticamente sexistas las manifestaciones verbales que no sigan tal directriz, ya que no garantizarían la visibilidad de la mujer", concluye el académico.
El informe sostiene que las guías se alejan del sentir general de los hablantes
El informe también sostiene que la sensibilidad defendida por las guías excluye las prácticas y el sentir general de los hablantes. "Pareciera que se quiere dar a entender que la mujer que no perciba irregularidad alguna en el rótulo 'Colegio Oficial de Psicólogos de Castellón' debería pedir cita para ser atendida por los miembros de dicha institución", ironiza el autor, que añade que las propuestas no remarcan lo suficiente que no están pensadas para el lenguaje común, sino para el oficial. Aunque algunas de ellas lo dicen "expresamente en las guías".
"La mayor parte de estas han sido escritas sin la participación de los lingüistas", continúa el texto en el que se asegura que, en algunos casos, las propuestas "conculcan aspectos gramaticales o léxicos firmemente asentados en nuestro sistema lingüístico, o bien anulan distinciones y matices que deberían explicar en sus clases de Lengua los profesores de Enseñanza Media, lo que introduce en cierta manera un conflicto de competencias".
Bosque tiene claro que el propósito último de las guías de lenguaje no sexista es loable, porque quieren "contribuir a la emancipación de la mujer y a que alcance su igualdad con el hombre en todos los ámbitos del mundo profesional y laboral", pero, sentencia, no tiene sentido "forzar las estrucuras lingüísticas para que constituyan un espejo de la realidad" ni "impulsar políticas normativas que separen el lenguaje oficial del real".

2 comentarios:

Antonio Vicente dijo...

Aunque este es un tema que ya habíamos tratado en nuestro blog particular del grupo “Los Viernes”, por sugerencia de Paloma, ateneísta de pro, me he decidido a participar en el debate de nuestro Ateneo. Ya había leído el artículo del catedrático de la Complutense, Ignacio Bosque, que se resume en la entradilla del Blog que hace Mari Paz y, estando básicamente de acuerdo con el autor, me gustaría precisar algunos extremos:
1. Que el problema de la falta de visibilidad de la mujer en el contexto social e institucional no es un problema lingüístico, sino histórico. El lenguaje es un acomodo, un resultado de intereses, formas de pensar y vivir de una época, que el inconsciente colectivo va sustanciando, muy lentamente a través del tiempo, en unas reglas sintácticas, en unas morfologías gramaticales y léxicas determinadas... Pretender empezar la casa por el tejado, que es lo que persiguen las Guías no sexistas que cita el artículo, además de un ejercicio de voluntarismo dirigista, es históricamente inútil. Cambiemos primero la mentalidad colectiva y después, como uno de sus efectos condicionados, se producirá el acomodo del lenguaje. Ya sé que mi amigo Antonio Domínguez detectará un poso marxista en esta afirmación y, ciertamente lo hay en cuanto a su formulación teórica, pero adviértase que en mi argumentación discrepo claramente en cuanto al método práctico, pues el cambio de la mentalidad colectiva no puede ser el resultado del intervencionismo autoritario de unas instituciones concretas, sino del esfuerzo individual de cada uno de sus protagonistas por cambiar la realidad. La discriminación de la mujer no es una cuestión de género gramatical, sino de sangrante injusticia social.
2. En segundo lugar, me gustaría matizar que este intento por imponer mediante directrices políticas una manera de hablar, amén de inútil como ya he dicho antes, no haría más que distanciar, aún más, el lenguaje oficial del realmente hablado en la calle, llegando a situaciones ridículas e insostenibles para el lenguaje. Amenazar con sanciones económicas a los anunciantes que no respeten en sus textos las directrices no sexistas publicadas por la Junta de Andalucía (ejemplo que cita el articulista), además de un atentado contra la libertad, es reflejo de un autoritarismo trasnochado. Tanto más cuanto la misma Junta de Andalucía, en ejemplos que aporta el autor como digo, comete numerosas incorrecciones en la redacción de su propio Boja contraviniendo las normas recogidas en su Guía no sexista, incluso ofreciendo ejemplos de los dos casos en un mismo párrafo. La rebelión del inconsciente que diría Freud.
El lenguaje entiendo que es un equilibrio entre la mayor economía posible de medios expresivos y la máxima precisión comunicativa, y estas Guías rompen claramente este equilibrio por uno de sus extremos.

Paloma dijo...

Muchas gracias, Antonio por tu comentario en este blog del Ateneo. A ver si ya que estás registrado aquí también, te acuerdas de meterte y le das un poco de vidilla.

Este tema del lenguaje sexista veo que levanta ampollas, como así ocurrió el otro día en la Asamblea. Y creo que precisamente, cuanto más se insiste en él, más lejos está el conseguir lo que se pretende. Creo que es contraproducente insistir en el tema. Y casi se produce un efecto rebote.

Tengo que confesar que no he leído el informe de Ignacio Bosque.
Siempre he ido de moderada en temas feministas. No me siento aludida en esta guerra del lenguaje, y me parece un despilfarro de energía. ¡Hay tantas luchas!

Para mí lo importante es el fondo, no tanto las formas. Como tú dices, si se cambia la estructura mental, poco a poco se iría cambiando el lenguaje. Me da igual que se diga "los socios" que "las personas asociadas", porque me resulta mucho más económico y no me siento discriminada por ese plural "masculino". Me siento incluida en él.

Quizás las feministas piensan que todo debe ir a la par...Y quizás tengan razón. Pero yo tengo más interés en desgastarme en las actitudes, mentalidades y comportamientos no sexistas que en las palabras. Quizás habría que inventar nuevas...pero que cumplan la función económica del lenguaje, sin artificios. En cualquier caso, también es loable el empeño de mis amigas luchadoras, si están convencidas de ello.

Muchas gracias a tí y a Maripaz por vuestra interesante aportación.